Hay palabras que nos unen,
como cadenas de luz.
Son las que me gusta paladear en silencio
y repetir en voz alta,
cuando ya son mías.
Palabras compañeras de viaje,
con puntos y comas
para arropar un te quiero
y puntos finales para las despedidas.
Hay guiones entre los que vivimos,
puntos suspensivos que me gustaría explorar,
palabras azules para dejarte en los labios.
Porque sólo hay eso,
regalos de la lengua en los oídos,
cielos, lágrimas y palabras,
más palabras,
siempre las palabras
y la piel que se extiende entre unos y otros.
Palabras para paladear, segregando emociones. Siempre te leo a la caída de la tarde, cuando la luz se tumba a descansar, ella también, de las emociones alumbradas durante el día en este nuestro mundo. Hoy fueron bonitas e intensas y las remato con tu poema. Mil gracias, Eva.
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Qué hermosas las tuyas, Carlos y cuánto se agradecen. Me encanta que te pases a leer a la caída de la tarde, la hora mágica, justo entre el final del día y el principio de la noche. Muchas gracias, desde el corazón. Un abrazo
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Todo lo que te ponga aquí serán palabras, sólo eso…
que he notado el aliento de las tuyas
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Gracias Note, me encanta que te haya llegado… Un regalo al despertar!! Un abrazo y buen día para ti!
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Es muy original.
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Muchas gracias por pasarte a leer y comentar Alicia. Un saludo
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“Palabras compañeras de viaje,
con puntos y comas
para arropar un te quiero
y puntos finales para las despedidas.”
Esta estrofa me parece genial….
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Una vez más gracias! No sabes qué feliz me hace leer tu comentario y saber que te ha gustado el poema. Un abrazo
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