de espigas y arañas

Siego las espigas
que pinchan el alma
Las siego de un golpe
suave
como el soplo
de la hoz
el filo del hielo
o de una palabra
vana

Caen y resuenan
con ecos de cristal
témpanos largos
que me dormitan a ratos
los sonidos y las penas
las sonrisas
y a veces
me ladran como perros
huecos

Sin tantos aullidos
cuesta dormir
porque
el silencio martillea
y repite mi nombre
recordándome quién fui
sin ningún pudor

Me agita los cabellos
enreda mis pestañas
buscando una lágrima
un pero
un quiero
y encuentra
por fin
esa araña sabia
que me anida
y sabe dónde tejer
su tela
hilo a hilo
algodonando sueños
hasta olvidarme

y los mirlos

Y los mirlos me cantaron
Notas negras eran sus alas
Los picos tejieron puntadas
en los oídos
y en las tripas
destrenzaron nudos viejos

Las gotas rojas
salpicaban
sus plumas negras
Qué hermosas sonaron sobre la tierra
Mullida las recogía
repicando sordamente
toc tac bop
Canción de cuna para mi nueva piel

Os cantaré desnuda mirlos
porque he crecido tanto
que nada me sirve
Mis brazos ya rozan el cielo
Los pies se abren sobre las nubes
pisando el vapor
que dejaron las lágrimas

Ya despliego y despego
los límites de mis dedos
para barrer las últimas sombras
a fuerza de silencios

Yo canto

como vosotros
Pero hacia dentro