Estoy aquí
donde el aire se vuelve azul
para morir flotando
La piel ya no resiste más recuerdos
y me deja libre
roto el borde de mi sombra
Este cuerpo ya no oculta nada
los ojos se duermen hacia adentro
ajenos a las luces
explorando las oscuridades
donde resido y callo
Es frágil, mi cuerpo
cuánto me ha ofrecido
y cómo lo he alimentado
Ahora tiembla mientras se me escapa
cáscara amorosa
de lo que ya no soy
Sin huesos que lo sostengan
sin besos ni lágrimas
lo ha olvidado todo
y no se encuentra
salvo en esta calma
vacía de ecos o perfiles
He regalado al cielo
el dolor de los músculos
el color de la sangre
todo lo que fui y podría ser
para quedarme aquí
en los huecos del aire
que todavía respiro
Donde no cabe nada
y se vierte mi mundo
suavemente
en olas que van y vuelven
Y
no
se
acaban
nunca.